¿Que se oculta tras la máscara de lo que parece ser un hombre? ¿Que profundos misterios acarrea en su alma en ser desdichado, que debe ocultarse de los demás? Un abismo que luego se conocerá, llena el corazón de ese ser, que deambula en un barrio insignicante de Buenos Aires.
Ya te lo dije che, la vida nos
pone a veces en circunstancias que ni soñamos. Justo a mí, el flaco Martelli me
pidió que me ocupara del pobre Mono. A mí, que nunca había cruzado dos palabras
con el tipo. Así que se viene a morir. ¡Anda! Sentencio el flaco, nadie quiere
ir al velorio del pobre Cristo. Nadie se anima. El pobre Mono 45 años. Inútil
negarme. No le importó que no lo conociera. Me grito que yo andaba, por mi
trabajo, con enfermos y que no tenía excusas. Así que aquella espantosa tarde
de mayo me largué a la casa velatoria de los hermanos Carbone. Encima llovía y
ya eran las seis de tarde. Imagínate el cuadro....
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